sábado, 24 de octubre de 2015

LECTURA: El Muñeco De Papel


He vivido bastante tiempo, he visto y he sido protagonista de muchos hechos en mi vida, actos que me llenan de satisfacción y que hoy guardo atesorados en las arcas de mi memoria. Voy a relatarles uno:

Recuerdo haber asistido una vez a una reunión, que solemos llamar “Escuela de Padres”, soy docente y estaba obligado a asistir a ellas. Bien, llegué y me senté al azar en la parte última de los asientos; y sin proponérmelo, me senté detrás de la madre de una de mis mejores alumnas, una niña muy “especial”, y digo especial por que así lo era, siempre tan diligente, cordial, responsable y todas las virtudes que uno desearía en un alumno. Entonces llegó la expositora que dio inicio a la exposición.

Como parte de su trabajo era vivenciar lo que ella disertaba, hubo un momento que se nos dio a todos un muñeco de papel, que consistía en la representación de un niño en una simple hoja de papel, el cual teníamos que asumir que era nuestro hijo(a). La ponente nos pidió que lo acariciáramos, que jugáramos con él, que lo tratásemos como lo más querido por nosotros. Luego ella prosiguió diciendo:

- Entonces, ahora voy ha hacerles una serie de comentarios y por cada comentario que ustedes consideren cierto le irán arrancando un pequeño pedazo de papel al muñeco que ustedes tienen.

Mientras decía esto, pensé que la madre de mi alumna no tendría problemas en pasar la prueba. Luego hizo la primera aseveración:

- Cuando mi hijo se porta mal lo castigo inexorablemente privándole de ciertas cosas sin darle oportunidad a que se retracte en su conducta.

Para mi fue una sorpresa grande al ver que la mamá de mi alumna le arrancaba una mano al muñeco de papel. Espero que sea esa y nada más, pensé. Luego vino la siguiente pregunta:

- Cuando mi hijo me pide qué lo ayude en algo que él no entiende, muchas veces me niego por que estoy ocupado o cansado diciéndole que luego lo haré, pero yo se que no lo haré.

Mire fijamente a la madre y vi que nuevamente arrancaba otro pedacito de papel. Sorprendido pensé en la pobre niña. Siguió la siguiente pregunta:

- Sucede a veces que engaño a mi hijo prometiéndole algo que se que nunca lo haré, esto para librarme de algunas ocupaciones para con él o ella.

Ahora mire con temor, y para mi sorpresa el muñeco ya no tenía una pierna. No comprendo, me dije. Inmediatamente pensé en mi alumna, tan noble y diligente, esto no podía ser. Atónito mire a la madre y luego una nueva pregunta vino:

- Hay veces que culpo a mi niño(a) por mis propias deficiencias, por mis propias limitaciones o porque tuve un mal día, desquitándome muchas veces con él o ella.

Mucho más preocupado mire nuevamente a la madre y vi que su mano se movía nuevamente al descuartizado muñeco de papel para arrancarle otro miembro más. No puede ser, pensé, si ella es tan buena y amable, cómo puede ser que tenga una madre así. 

Y así prosiguió interrogando la expositora, y por cada pregunta hecha, un pequeño pedazo de papel era arrancado al muñeco. Me sorprendí muchísimo al contemplar una y otra vez la misma escena hecha por la madre de mi alumna. No podía concebir la idea de que la niña pasara por esas cosas, sobre todo por el comportamiento siempre correcto que ella me demostraba. Casi siempre he podido constatar a niños amargados y rebeldes cuando tienen a un padre de tales características, pero este no era el caso y fue por eso precisamente que considere a mi alumna: UNA NIÑA EXCEPCIONAL.

La expositora concluyo diciendo:

- Muy bien, quiero que ahora traten de unir los pedazos arrancados al muñeco; verán que es imposible, por que el daño ya esta hecho. Claro que tendremos que usar otra cosa para juntar y unir las partes, será necesario usar goma, pero quedará siempre una marca de que esa parte fue afectada. Entonces, que debemos hacer para borrar esas cicatrices, o al menos atenuarlas. Si así es, será necesario usar todo el amor que podamos demostrar y tal vez así podamos borrar las marcas de nuestras conductas pasadas. Pero recuerden, sus hijos no son muñecos de papeles, son pequeños seres humanos con iguales o peores deficiencias que ustedes, ellos están aprendiendo de ustedes, están imitando sus errores; por favor corríjanse y corten de llano esa errónea aptitud; solo con el AMOR y la COMUNICACIÓN podrán borrar y corregir sus errores.

Al día siguiente le regalé una flor de papel a la niña por no haberse contaminado por los errores de sus padres...

Por Alienycon.

NOTA: Lectura extraída del libro Alienycon "Reflexiones de un Extraterrestre" (2007)

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